Las 37 Practicas del Boddhisatva 13º

13ª PRACTICA


13. Inclusive si alguien corta tu cabeza, cuando no le has hecho la más pequeña cosa, Tomar todas sus negatividades para sí, con compasión es la práctica de los Bodhisattvas.

castigo

Las 37 Practicas del Boddhisatva 12º

12ª PRACTICA

12. Si alguien, impulsado por fuerte deseo, toma toda tu riqueza o hace que otro la tome, Dedicarle cuerpo, posesiones, y virtud del pasado, presente y futuro es la práctica de los Bodhisattvas.
Caridad


Las 37 Practicas del Boddhisatva 11º

11ª PRACTICA

11. Todo el sufrimiento comienza con desear felicidad para sí mismo. 
Los perfectos budas surgende la  intención de beneficiar a otros. 
Por lo tanto, intercambiar tu felicidad por el sufrimiento de otros es la práctica de los Bodhisattvas.

La Felicidad




Las 37 Practicas del Boddhisatva 10º

10ª PRACTICA

10. Mis madres, quienes me han cuidado desde tiempo sin principio, están sufriendo,Para qué sirve mi felicidad?Por ello, liberar incontable número de seres, Desarrollando bodichita es la práctica de los Bodhisattvas.

Madre


Las 37 Practicas del Boddhisatva 9º

9ª PRACTICA

9. Como el rocío sobre la hierba, son los placeres de los tres mundos (el reino del deseo, la forma, y no forma): Duran un poco, y entonces se desvanecen. Luchar por el supremo estado nunca cambiante de la liberación es la práctica de los Bodhisattvas.
Rocio en la hierba


Coronación Curioso !

¿Quién se sienta detrás del Trono?

Ya Entenderemos ....


Y nunca mejor dicho… en la imagen superior se observa a los tres ex presidentes del Estado Español y detrás de ellos la intrigante imagen de Henry Kissinger, nos recuerda la posición de los 3 corceles y el auriga que tira del carro manteniendo las riendas firmes como si del Film Ben Hur se tratase.

Y es que Kissinger es uno de los dinosaurios del club Bilderberg, selecto elenco de personalidades mundiales que parecen diseñar la política mundial, curiosamente, al día siguiente después de su reunión anual, el ex-rey Juan Carlos I presenta su abdicación para ceder a su primogénito varón el real cetro, conjuntamente con el nombramiento de jefe supremo del ejército  y la jefatura del estado, como quien hereda las camisas de su padre.

Que como decía un viejo político francés “El poder se sienta detrás del Trono” y en esta ocasión nunca será mejor dicho.

Las 37 Practicas del Boddhisatva 8º

8ª PRACTICA

8. El buda dijo que todos los sufrimientos insoportables de los malos renacimientos son el fruto de acciones negativas.Por ello, aún estando en riesgo tu vida, nunca cometer acciones negativas es la práctica de los Bodhisattvas.

Acciones Negativas

Las 37 Practicas del Boddhisatva 7º

7ª PRACTICA

7. Atados dentro de la prisión de la existencia cíclica (samsara), qué dios mundano puede darles protección?Por ello, cuando se busca refugio, Tomar refugio en las tres joyas, que no defraudan, esta es la práctica de los Bodhisattvas.
Samsara


Las 37 Practicas del Boddhisatva 6º

6ª PRACTICA

6. Cuando dependes de ellos, tus faltas se terminan;las cualidades se incrementan como la luna llena.Cuidar los maestros espirituales más que al propio cuerpo es la práctica de los Bodhisattvas.
Lo Interno




Las 37 Practicas del Boddhisatva 5º

5ª PRACTICA

5. Cuando mantienes su compañía, los tres venenos (deseo, odio, ignorancia)se incrementan. Actividades de escuchar, reflexionar y meditar degeneran, El amor bondadoso y la compasión, son destruidos. Desechar las malas amistades es la práctica de los Bodhisattvas.
Venenos Mentales

Las 37 Practicas del Boddhisatva 4º

4ª PRACTICA

4. Los amigos cercanos y parientes se separan.La riqueza ganada con esfuerzo se pierde.La conciencia, el invitado, deja atrás el cuerpo, su morada.Abandonar esta vida es la práctica de los Bodhisattvas.

Casi Todo

Las 37 Practicas del Boddhisatva 3º

3ª PRACTICA

3. Abandonando lugares negativos, los Kleshas (emociones perturbantes) gradualmente decrecen. Sin distracciones, las actividades virtuosas se incrementan naturalmente. A través de una mente clara, surge certeza en el Dharma, Confiar en la vida solitaria es la práctica de los Bodhisattvas.

Emociones Perturbantes

Las 37 Practicas del Boddhisatva 2º

2ª PRACTICA

2. Apegado a tus seres amados estás agitado como el agua; Odiando a tus enemigos ardes como el fuego,En la oscuridad de la confusión olvidas lo que se debe adoptar o descartar, Abandonar esta morada es la práctica de los Bodhisattvas.

Apego Fuego y Agua


Las 37 Practicas del Boddhisatva 1º

1ª Practica

1. Habiendo logrado el gran vaso de ocio y recursos, difícil de encontrar (el cuerpo humano),Escuchar, reflexionar, y meditar incesantemente día y noche Con el fin de liberarse a sí mismoy a los demás del océano del samsara es la práctica de los Bodhisattvas.

Logros y Reflexiones


Muerte, Estado Intermedio y Renacimiento

La Muerte

Debido a las aflicciones del deseo, el odio y la ignorancia, el karma contaminado (acciones) es llevado a cabo, estableciendo potencialidades en la mente en forma de predisposiciones. Cuando una vida se termina, la persona que tiene dichas predisposiciones nace de nuevo en la existencia cíclica con una mente y un cuerpo apropiados a estas causas contaminadas.

Muerte, Estado Intermedio y Renacimiento

Algunas personas mueren habiendo agotado plenamente el ímpetu de dicha acción, la cual, en alguna otra vida, echó los cimientos para la presente. Otros mueren sin haber utilizado su tiempo asignado, pues no han completado las causas que mantienen la vida, como es el caso de la falta de necesidades. Esto se conoce con el nombre de muerte prematura o muerte por agotamiento del mérito; aún permanece el ímpetu de la acción que estableció esta vida, pero no así las circunstancias externas concordantes que son obtenidas a través de otras acciones meritorias en vidas previas.

Una persona muere con una mente virtuosa, no virtuosa o neutra. En el primero de los casos, la persona podrá llevar a su mente un objeto virtuoso - como podría ser las Tres Joyas (el Buda, su Doctrina y la Comunidad Espiritual) - o a su propio lama, generando así una mente de fe. También podría cultivar una inconmensurable ecuanimidad, liberándose del deseo y del odio que sienta por cualquier ser consciente, o también, meditar en la vacuidad o cultivar la compasión. Esto puede llevarse a cabo porque uno mismo recuerda que debe hacerlo o porque otros personas le urgen hacerlo. Si estas actitudes son cultivadas en el momento de la muerte, moriremos con una mente virtuosa, gracias a la cual mejorará nuestro renacimiento. 

Es bueno morir de esta manera.

No obstante, a veces ocurre que los otros sin querer generar enfado a propósito, molestan con su nerviosismo a la persona que está muriendo, haciendo que ésta se ponga rabiosa. Otras veces, los parientes y amigos se reúnen alrededor de la cama lamentándose, de tal manera que hacen que surja un deseo manifiesto.

Independientemente de que sea deseo u odio, es muy peligroso que uno muera con una actitud dañina con la cual esté muy acostumbrado.
Algunos mueren con una actitud neutra, sin llevar un objeto virtuoso a la mente ni tampoco generando deseo u odio.
Estas tres actitudes - virtuosa, no virtuosa y neutra - ocurren hasta el momento de la muerte de la mente sutil. De acuerdo con el sistema del Sutra, esta mente sutil final es necesariamente neutra ; contrariamente al Más Alto Yoga Tantra, el Sutra no describe técnicas para transformar las mentes sutiles en estados virtuosos, sino sólo para el tratamiento de las que son burdas. Sin embargo, un practicante cualificado de tantra puede convertir las mentes sutiles asociadas con la muerte en un sendero virtuoso de conciencia. En ese momento nuestra práctica es muy profunda.

En cualquiera de los casos, la actitud que se tiene justo antes de morir es muy importante. Si un practicante moderadamente desarrollado es perturbado en ese momento, generará deseo manifiesto u odio. Esto se debe a que todos tenemos predisposiciones establecidas por malas acciones anteriores que están listas para ser activadas al encontrarse con circunstancias desventajosas. Son estas predisposiciones las que dan el ímpetu para tener vidas como animales y de otros tipos. Similarmente tenemos predisposiciones debidas a acciones virtuosas pasadas, las cuales, al encontrarse con circunstancias ventajosas, darán el impulso para tener un renacimiento feliz como humano u otros.

Estas capacidades que ya existen en nuestro continuo mental son alimentadas por el apego y el aferramiento, conduciendo a un renacimiento bueno o malo. En consecuencia, si la predisposición dejada por un mal karma es activada, el resultado será una vida como animal, como espíritu hambriento o como ser infernal.

Similarmente, si una persona que usualmente se comporta de forma dañina muere con una actitud virtuosa, ésta probablemente renacerá en una situación buena. Luego es muy importante, tanto para el que muere como para quienes están a su alrededor, que eviten crear situaciones de deseo o de odio y que a cambio, fomenten estados virtuosos de la mente. Esto es algo que debemos saber.

Aquellos que mueren teniendo una actitud virtuosa tienen la sensación de pasar de la oscuridad a la luz, están libres de ansiedades y tienen apariciones placenteras. Se dan muchos casos de personas muy enfermas que al acercarse el momento de su muerte dicen sentirse muy bien a pesar de su enfermedad. Otros menos enfermos, se aterrorizan y su respiración se agita. Estos últimos, más adelante, se sumergen en pensamientos no virtuosos, tienen la sensación de estarse yendo de la luz a la oscuridad y ven formas desagradables.

Algunos, en los cuales ha disminuido el calor corporal debido a su enfermedad, empiezan a desear calor, fortaleciendo así predisposiciones para renacer como un ser en un infierno caliente, después de lo cual renacerán en un sitio extremadamente caluroso.

Otros se apegan a la sensación del frío, deseando, por ejemplo, un trago de agua fría, fortaleciendo así predisposiciones que se tengan para renacer como un ser del infierno frío, estableciendo así la conexión con dicho tipo de renacimiento. Luego es muy importante evitar pensamientos de deseo en el momento de la muerte y dirigir la mente hacia objetos beneficiosos.

En la vida diaria, actitudes hacia las cuales estamos muy acostumbrados como son el deseo, el odio, los celos y otras, se manifiestan ante el más mínimo estímulo ; pero aquellas con las cuales estamos muy poco familiarizados requieren una mayor provocación para que se den; habría que recurrir por ejemplo a pensar en ellas. De manera similar, en el momento de la muerte, las actitudes con las cuales se está muy familiarizado se manifiestan usualmente primero y dirigen el renacimiento. Por esta misma razón, un fuerte apego por el ser es generado ya que uno teme que su ser deje de existir. Este apego sirve de vínculo conector con el estado intermedio entre dos vidas (bardo) mientras que el gusto por el cuerpo, a su vez, actúa como la causa, estableciendo el cuerpo del ser intermedio.

En aquellos fuertemente involucrados en malas acciones, el calor del cuerpo se retira primero de la parte alta del cuerpo y luego de las otras partes, mientras que en aquellos fuertemente involucrados en acciones virtuosas el calor se retira primero de los pies. En ambos casos, el calor finalmente se reúne en el corazón, desde donde la conciencia sale.

Aquellas partículas de materia de semen y sangre combinados, a las cuales la conciencia había entrado inicialmente en el vientre de la madre al comienzo de la vida, se vuelven al centro del corazón. Finalmente desde ese mismo y exacto punto, la conciencia sale en el momento de la muerte.

El Estado Intermedio
Inmediatamente se inicia el estado intermedio, con la excepción de aquellos que renacen en los reinos sin forma de espacio infinito, de conciencia infinita, de “la no existencia” o cima de la existencia cíclica, para quienes la nueva vida se inicia de inmediato, enseguida de la muerte. Aquellos que nacen en los reinos del deseo y de la forma tienen que pasar por un estado intermedio, durante el cual el ser tiene la forma de la persona que llegará ser una vez que renazca. El ser intermedio tiene todos sus cinco sentidos, pero además, es clarividente, indestructible y posee la habilidad de desplazarse a donde quiera al instante. El o ella, ve a los seres intermedios de su mismo tipo - ser del infierno, espíritu hambriento, animal, humano, semidiós o dios - y puede ser visto por clarividentes.

Pasados siete días, si uno no encuentra un sitio apropiado de nacimiento conforme a sus predisposiciones, le ocurrirá una pequeña muerte, renaciendo en otro estado intermedio.

Esto puede suceder como máximo seis veces, con un resultado máximo de 49 días de duración en el estado intermedio.

El Renacimiento
Esto significa que aquellos seres que después de un año de haber muerto se dan cuenta que no han encontrado un lugar de nacimiento, no están en el estado intermedio sino que han nacido como espíritus.

Si se va a renacer como humano, uno ve que su padre y su madre futuros están acostados. Si uno va a renacer hombre esta visión le genera deseo por la madre y odio por el padre; y si uno va a renacer como mujer sucede lo contrario. Al estar deseoso, uno corre hacia allí para tener sexo pero tan pronto llega lo único que ve es el órgano sexual de la pareja deseada. Esto genera ira, la que hace que el estado intermedio termine haciendo la conexión con la nueva vida. Uno ha entrado al vientre de su madre y se inicia una vida humana. Cuando el semen del padre y la sangre de la madre se unen con esta vida o conciencia, ellos, en forma gradual y natural, se irán desarrollando en los elementos de un humano.

El deseo lo atrae a uno hacia su futuro sitio de renacimiento, incluso si se trata del infierno. Por ejemplo, un carnicero podrá ver ovejas a la distancia como si fuese un sueño y afanosamente llegará allí para matarlas. Pero la aparición se desvanecerá generándole rabia, lo cual hará que el estado intermedio se termine, comenzando su nueva vida en el infierno. Igualmente, como ya se dijo, aquellos que vayan a renacer en infiernos calientes, se sienten atraídos por el calor, y si es en infiernos fríos son atraídos por el frío. El estado intermedio de alguien que va a tener un mal renacimiento es en sí mismo muy aterrador. Al final, uno corre hacia el lugar de renacimiento y cuando su deseo no logra realizarse, siente ira, con lo cual el estado intermedio finaliza iniciándose la nueva vida.

La conexión con una vida se hace, entonces, bajo la influencia del deseo, el odio y la ignorancia. Mientras que estas aflicciones no sean superadas, uno está como atado a unas cadenas careciendo de libertad. Es cierto que existen buenos y malos renacimientos, pero mientras uno permanezca atado, tendrá que aguantar la carga de los agregados físicos y mentales que están bajo la influencia de acciones contaminadas y aflicciones. Esto no sucede sólo una vez, sino que se repite sin descanso una y otra vez.

Para superar los sufrimientos del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte, tienen que ser vencidos el deseo, el odio y la confusión. Su origen, a su vez, es la ignorancia la concepción de una existencia inherente en las personas y en los otros fenómenos.

Las medicinas externas alivian superficialmente los sufrimientos pero no pueden curar el problema central. Las prácticas internas -tales como recurrir a antídotos específicos para el deseo y el odio- son más beneficiosos, pero sus efectos son temporales. Sin embargo, si uno destruye la ignorancia -su raíz-, entonces todos ellos cesan de buen grado.

Si se elimina la ignorancia, entonces son detenidas las acciones contaminadas que dependen de ésta.
Más aún, sin ignorancia, el apego que fortalece las predisposiciones establecidas por acciones anteriores deja de operar, con lo cual, el ciclo de renacimientos incontrolados es terminado.
Mañana Mas...

Tu Mente un Océano

Tu mente es un océano

Tu mente es un océano


Observa tu mente. Si crees que todo lo que te produce placer viene de los objetos materiales y te pasas la vida corriendo tras ellos, estás bajo el control de un serio concepto erróneo. Semejante actitud no es sólo intelectual.

Cuando oyes esto por primera vez, puedes pensar: “Yo no tengo ese tipo de mente; yo no tengo una fe ciega en que los objetos externos aportan felicidad”.
Pero, investígalo con detenimiento en el espejo de tu mente. Encontrarás que, más allá del intelecto, esa actitud está realmente ahí y que tus acciones de cada día muestran que, en lo profundo de tu ser, crees realmente en ese concepto erróneo.

Ahora dedica un momento a observar tu mente para ver si te encuentras o no bajo la influencia de esa mente inferior.
Una mente que tiene tanta fe en el mundo material es estrecha, limitada; le falta espacio. Su naturaleza es enfermiza, malsana o, en la terminología budista, dual.

En muchos países, la gente tiene miedo de aquéllos que no siguen los cánones tradicionales, como los que toman drogas. Se crean leyes en contra del uso de las drogas y se establecen elaborados controles de aduanas para detener a las personas que las pasan de un país a otro de contrabando. Examina este caso con
minuciosidad. El hecho de tomar drogas no viene de la droga misma, sino de la mente de la persona que las toma. Sería más coherente tener miedo de la actitud psicológica –la mente contaminada– que hace que la gente se drogue o se implique en algún otro comportamiento autodestructivo. Pero se arma, en cambio, un gran alboroto acerca de las drogas, ignorando completamente el papel que juega en ello la mente. Esto también es un serio concepto erróneo, mucho más serio que las drogas que toman unas pocas personas.

Los conceptos erróneos son bastante más peligrosos que unas cuantas drogas.
Las drogas no se extienden demasiado, pero los conceptos erróneos pueden extenderse por todas partes y causar dificultades y desasosiego a todo un país.
Todo esto viene de la mente. El problema es que no comprendemos la naturaleza psicológica de la mente. Sólo prestamos atención a las sustancias físicas que toma la gente y somos completamente inconscientes de las estúpidas ideas que cruzan constantemente las fronteras.

Todos los problemas mentales vienen de la mente. El psicólogo tiene que trabajar en la mente del paciente en vez de decirle: “¡Oh! No es usted feliz porque se siente débil. Lo que necesita es un coche nuevo, flamante y potente...” o cualquier otro tipo de posesión material. Decir a otros que se compren algo para que se sientan felices no es un buen consejo. El problema básico de la persona es la insatisfacción mental, no la carencia de posesiones materiales. Cuando se trata de abordar problemas mentales y del modo de curar a los pacientes, existe una gran diferencia entre la psicología del Buda y la que se practica en Occidente.

Cuando regrese el paciente y diga: “Bueno, me he comprado el coche como usted me recomendó, pero sigo sin estar bien”, quizá el psicólogo responda: “Tendría que haberse comprado un coche más caro” o “Debería haber elegido otro color”. Y aunque el paciente haga eso después de la consulta, regresará de nuevo sintiéndose todavía desgraciado. No importa los muchos cambios superficiales que se hagan en el entorno de una persona, sus problemas no van a cesar.

La psicología budista recomienda que, en lugar de estar constantemente sustituyendo una condición agitada por otra –y, por consiguiente, sólo cambiando sin cesar un problema por otro y después por otro, y por otro más–, uno debería olvidarse completamente de los coches por algún tiempo y observar lo que ocurre.

Sublimar un problema para caer en otro no resuelve nada; sólo es cambio.
Aunque el cambio puede bastar a menudo para que uno se crea que está mejorando, en realidad no está mejorando. Básicamente, está experimentando lo mismo. Evidentemente, no debes interpretar mis palabras de modo literal. Sólo estoy tratando de ilustrar la manera en que la gente intenta resolver sus problemas a través de medios físicos.

Reconoce la naturaleza de la mente. Como seres humanos, siempre estamos buscando satisfacción. Si conoces la naturaleza de la mente puedes hallar satisfacción interior; quizá incluso eternamente. Pero para ello tienes que comprender la naturaleza de tu mente. Percibimos el mundo sensorial con mucha claridad, pero permanecemos totalmente ciegos ante nuestro mundo interior, en donde el constante funcionamiento de los conceptos erróneos nos mantienen bajo el control de la infelicidad y de la insatisfacción. Esto es lo que debemos descubrir.

Es, pues, de extrema importancia, asegurarse de que no estás actuando bajo el concepto erróneo de que los objetos externos son los únicos que pueden darte satisfacción o hacer de tu vida algo interesante. Como he dicho antes, esta creencia no es sólo intelectual –la profunda raíz de este engaño se encuentra en lo más hondo de tu mente–. Muchos de tus mayores deseos están enterrados muy por debajo del intelecto; lo que yace debajo del intelecto es generalmente mucho más fuerte que el propio intelecto.

Algunas personas se dicen: “Mi psicología básica es sólida. No tengo fe en lo material y me intereso y estudio la religión”. Pero el mero hecho de haber aprendido alguna filosofía o doctrina religiosa no te convierte en una persona espiritual. Muchos profesores universitarios pueden ofrecer claras explicaciones intelectuales sobre el budismo, el hinduismo y el cristianismo, pero con sólo eso no se convierten en personas espirituales. Son más bien como guías turísticos para los espiritualmente curiosos. Si no puedes transformar tus palabras en experiencia, tus conocimientos no pueden ayudarte ni a ti ni a los demás. Existe una gran diferencia entre ser capaz de explicar la religión intelectualmente y transformar ese conocimiento en una experiencia espiritual.

Tienes que poner en práctica lo que has aprendido y comprender los resultados que traen las acciones. Una taza de té es probablemente más útil que el conocimiento intelectual de una filosofía a la que tu mente no puede adherirse porque no tienes la llave; –al menos, la taza de té sacia la sed–. Estudiar una filosofía que no funciona es una pérdida de tiempo y de energía.

Espero que comprendas lo que significa realmente la palabra “espiritual”.
Significa buscar, investigar la naturaleza verdadera de la mente. No hay nada espiritual afuera. Mi rosario no es espiritual; mis hábitos no son espirituales.
Espiritual significa la mente, y las personas espirituales son las que buscan la naturaleza de la misma. A través de este proceso, llegan a comprender los efectos de su comportamiento, las acciones de su cuerpo, palabra y mente. Si no comprendes los resultados kármicos de lo que piensas y haces, no tienes forma de convertirte en una persona espiritual. El mero hecho de conocer una filosofía religiosa no es suficiente para convertirte en un ser espiritual.

Para entrar en el camino espiritual tienes que empezar por comprender tu propia actitud mental y el modo en que tu mente percibe las cosas. Si estás completamente atrapado por el apego a pequeños átomos, tu mente limitada y ansiosa impedirá que disfrutes de los placeres de la vida. La energía externa es tan increíblemente limitada que, si permites que te ate, tu mente se volverá tan limitada como ella. Cuando tu mente es estrecha, las pequeñas cosas te agitan con gran facilidad. Haz de tu mente un océano.

Las personas religiosas hablan de moralidad. ¿Qué es moralidad? La moralidad es la sabiduría que comprende la naturaleza de la mente. La mente que comprende su propia naturaleza se vuelve automáticamente moral o positiva, y las acciones motivadas por esa mente se vuelven también positivas. Eso es lo que llamamos moralidad. 

La naturaleza básica de la mente estrecha es la ignorancia; por consiguiente, la mente estrecha es negativa.
Si conoces la naturaleza psicológica de tu mente, la depresión desaparece espontáneamente y todos los seres vivos dejan de ser enemigos y extraños para convertirse en tus amigos. La mente estrecha rechaza; la sabiduría acepta. Examina tu mente para ver si es eso cierto o no. Aunque pudieras acceder a todo el placer sensorial que encierra el universo, seguirías sin estar satisfecho. Eso muestra que la satisfacción viene del interior, no de algo externo.

A veces nos maravillamos ante el mundo moderno: “¡Qué avances más fantásticos los de la tecnología científica! ¡Es estupendo! ¡Antes no teníamos aparatos tan fantásticos! Pero retrocede un poco en el tiempo y míralo de este modo: muchas de las cosas que creíamos fantásticas no hace tanto tiempo se levantan ahora en nuestra contra. Cosas que desarrollamos en el pasado para mejorar nuestras vidas nos están dañando ahora. No mires sólo en tu entorno inmediato; examínalo del modo más amplio posible; verás que lo que estoy diciendo es cierto. Cuando creamos un objeto material por primera vez, pensamos: “Esto es útil”. Pero esa energía externa se retrae y acaba por destruirse a sí misma. Tal es la naturaleza de los cuatro elementos –tierra, agua, fuego y aire–. Esto es lo que nos enseña la ciencia budista.

Tu cuerpo no es una excepción a esta regla. Mientras tus elementos cooperen entre sí, tu cuerpo se desarrolla perfectamente pero, transcurrido un tiempo, éstos se enfrentan y acaban por destruir tu vida. ¿Por qué ocurre eso? Debido a la naturaleza limitada de los fenómenos materiales: cuando su poder se agota, se derrumban como esos edificios viejos y desmoronados que vemos a menudo.

Cuando el cuerpo enferma y se vuelve decrépito se debe a que las energías internas están en conflicto, desequilibradas. Ésta es la naturaleza del mundo material; no tiene nada que ver con la fe. Mientras sigamos naciendo en la carne, la sangre y los huesos de un cuerpo humano, vamos a experimentar malas condiciones,
tanto si lo creemos como si no. Es la evolución natural del cuerpo mundano.

La mente humana, no obstante, es completamente distinta. La mente humana tiene el potencial para un desarrollo infinito. Si puedes descubrir que la verdadera satisfacción viene de la mente, comprenderás que puedes extender sin límite esa experiencia y que es posible alcanzar satisfacción eterna.

De hecho es muy sencillo. Puedes comprobarlo ahora mismo. ¿En dónde experimentas la sensación de satisfacción? ¿En la nariz? ¿En el ojo? ¿En la cabeza? ¿En tus pulmones? ¿En tu corazón? ¿En tu estómago? ¿Dónde se encuentra la sensación de satisfacción? ¿En las piernas? ¿En las manos? ¿En tu cerebro?
¡No! Está en tu mente. Si dices que está en el cerebro, ¿por qué no puedes decir que está en tu nariz o en tu pierna? ¿Por qué haces diferencias? Cuando te duele la pierna, es ahí donde sientes dolor, no en la cabeza. Cualquier dolor, placer u otra sensación que experimentas es siempre una expresión de la mente.

Cuando dices: “Hoy he tenido un buen día”, significa que en tu mente tienes el recuerdo de un mal día. Si la mente no crea etiquetas, no hay experiencias buenas o malas. Si dices que la cena de hoy era buena, quiere decir que en tu mente guardas la experiencia de una cena mala. Sin la experiencia de una cena mala es imposible que hables de la buena cena de esta noche.

Del mismo modo, “soy un buen marido”, “soy una mala esposa” son también meras expresiones de la mente. Alguien que dice: “soy malo”, no tiene por qué ser necesariamente malo; y alguien que dice: “soy bueno”, no tiene por qué ser necesariamente bueno. Quizá el hombre que dice “soy un buen marido”, lo dice porque está dominado por la mente perturbadora y negativa del orgullo. Su mente estrecha, atrapada en la creencia engañosa y concreta de que es bueno, está de hecho causando muchos problemas a su mujer. ¿Cómo puede ser, entonces, un buen marido? A pesar de que ese hombre mantenga económicamente a su esposa, ¿cómo puede ser un buen marido cuando, día tras día, ella tiene que soportar su arrogancia?

Si puedes comprender los aspectos psicológicos de los problemas humanos, puedes generar realmente el verdadero amor afectuoso hacia los demás. El mero hecho de hablar del amor afectuoso no ayuda a desarrollarlo. Hay personas que han leído cientos de libros sobre el amor afectuoso, pero sus mentes son exactamente lo opuesto. No es sólo filosofía, no son sólo palabras, es conocer cómo funciona la mente.

Sólo entonces podrás desarrollar ese amor; sólo entonces podrás convertirte en una persona espiritual. De otro modo, aunque estés convencido de que eres una persona espiritual, no es más que un concepto intelectual, como el hombre arrogante que se cree un buen marido. Es pura ficción; una invención de tu mente.

Es muy útil que dediques tu preciosa vida humana a controlar la mente de elefante loco y a dirigir tu poderosa energía mental. Si no aprovechas tu energía mental, la confusión continuará haciendo estragos en tu mente y desperdiciarás tu vida. Sé lo más sabio que puedas con tu mente. Eso hace valiosa tu vida.

No tengo mucho más que deciros pero, si tenéis alguna pregunta, por favor, hacedla.
Pregunta: Usted ha dicho que conocer la naturaleza de la mente trae felicidad.
Estoy de acuerdo, pero ha empleado la palabra “eterna”, lo que implica que si uno comprende completamente su mente, puede trascender la muerte del cuerpo físico. ¿Es así?
Lama: Sí, así es. Pero eso no es todo. Si sabes cómo hacerlo, puedes trasformar en sabiduría la energía negativa que surja en tu mente. De esta manera, tu energía negativa se asimila a sí misma y no puede bloquear tu sistema nervioso psíquico. Eso es posible.
¿La mente es cuerpo o el cuerpo es mente?
¿Qué quieres decir?
¿Por qué percibo el cuerpo?
¿Por que lo percibes? ¿Percibes este rosario (el Lama lo sostiene en alto)?
Sí.
¿Y eso lo convierte en mente? ¿Por qué lo percibes?
Eso es lo que trato de preguntarle.
Bien, es una buena pregunta. El cuerpo y la mente están estrechamente relacionados; cuando algo afecta al cuerpo, afecta también a la mente. Pero eso no quiere decir que la energía relativa de tu cuerpo físico, su carne y sus huesos, sea mente. No puedes decir tal cosa.

¿Cuáles son los propósitos del budismo: la Iluminación, la fraternidad, el amor universal, la super-consciencia, la comprensión profunda y directa de la verdad, el logro del nirvana?
Todos ellos –la super-consciencia, el amor universal y la ecuanimidad o imparcialidad– se basan en la comprensión profunda de que todos los seres vivos del universo son iguales en cuanto a su deseo de ser felices y de evitar el sufrimiento.

Hasta ahora, nuestras mentes duales y sus conceptos erróneos discriminan: “Ésta es mi amiga íntima. Quiero guardarla para mí; no quiero compartirla con otros”. Uno de los propósitos del budismo es alcanzar lo opuesto a este sentimiento, que es el amor universal. Evidentemente, la meta o propósito último es la Iluminación. Para resumir, el propósito de las enseñanzas del Buda sobre la naturaleza de la mente es que cada ser obtenga todos esos logros que acabas de mencionar.

¿Pero cuál de ellos se considera como el logro más elevado e importante?
Los propósitos más elevados son la Iluminación y el logro del amor universal.
La mente estrecha tiene dificultades para alcanzarlos.

¿Cuál es la correspondencia entre los colores de la pintura tibetana y los estados de meditación o los diferentes estados psicológicos?
Distintas clases de mente perciben distintos colores. Decimos que cuando uno se enfada percibe el color rojo. Éste es un buen ejemplo. Otros estados mentales visualizan sus respectivos colores. En algunos casos en los que las personas se encuentran emocionalmente perturbadas e incapaces de funcionar en sus vidas cotidianas, el hecho de encontrarse rodeadas de determinados colores puede servirles para serenar su mente. Si piensas en ello, descubrirás que el color viene sin duda de la mente. Cuando te enfadas y ves el color rojo, ¿es un color interno o externo? Piénsalo.

¿Cuales son las implicaciones prácticas en la vida cotidiana de lo que usted ha dicho: que para tener la idea de que algo es bueno tienes que tener también en la mente la idea de que algo es malo?
Lo que quería decir es que, cuando interpretas las cosas como buenas o malas, es la interpretación de tu mente. Lo que es malo para ti no tiene por qué serlo para mí.
Pero mi malo sigue siendo mi malo.
Lo malo es malo para ti porque tu mente lo llama malo.

¿Puedo superar eso?
Sí, puedes hacerlo. Tienes que preguntarte y responder a la pregunta. “¿Por qué etiqueto esto como malo?”. Debes cuestionar tanto al objeto como al sujeto, tanto la situación externa como la interna. De este modo podrás comprender que la realidad se encuentra en algún lugar entre los dos, que en el espacio entre ambos existe una mente unificada. Eso es sabiduría.

¿Qué edad tenía usted cuando entró en el monasterio?
Seis años.
¿Qué es nirvana?
Cuando hayas trascendido la mente agitada del concepto erróneo y desarrollado la sabiduría plenamente integrada, eterna y satisfecha, habrás alcanzado el nirvana.

Cada religión afirma ser el único camino a la Iluminación. ¿Reconoce el budismo que todas las religiones surgen de la misma fuente?
Existen dos modos de responder a esa pregunta, el absoluto y el relativo. Las religiones que hacen énfasis en el logro de la Iluminación están probablemente hablando de lo mismo, pero difieren en el enfoque, en los métodos que emplean. Creo que saber esto es útil. Pero también es cierto que algunas religiones pueden estar basadas en conceptos equivocados. De cualquier modo, yo no las repudio. Por ejemplo, hace unos dos mil años existían en India antiguas tradiciones hindúes que creían que el sol y la luna eran dioses; algunas de estas religiones existen todavía en nuestros días. Desde mi punto de vista, esos conceptos son erróneos.

Aún así, yo digo que son buenas religiones. ¿Por qué? Porque a pesar de que no sean filosóficamente correctas, enseñan de todos modos la moralidad básica de ser buenos seres humanos y de no dañar a otros, lo que da a sus seguidores la posibilidad de alcanzar un punto en el que descubran la verdad por sí mismos: “Oh, yo creía que el sol era un dios y ahora veo que estaba equivocado”. Por consiguiente, podemos decir que en cada religión hay algo bueno y no debemos juzgarlas diciendo: “Ésta es totalmente correcta; esa es totalmente errónea”.

A su parecer, ¿cómo es la vida para los tibetanos que viven en Tíbet hoy día?
¿Tienen libertad para practicar como antes la religión budista?
No son libres y se les tiene completamente prohibida cualquier práctica religiosa.
Las autoridades chinas están absolutamente en contra de cualquier cosa que tenga que ver con la religión. Han destruido los monasterios y quemado las escrituras sagradas.
Pero, aunque hayan quemado los libros, ¿las personas mayores mantienen todavía el darma en su corazón y mente, o lo han olvidado todo?
Es imposible olvidar, separar sus mentes de una sabiduría tan poderosa, así que el darma permanece en sus corazones.
Todas las religiones, por ejemplo el hinduismo, enseñan a sus adherentes a evitar las acciones dañinas y a practicar las positivas, a las que seguirán resultados kármicos favorables. ¿Cómo participa esta acumulación de karma positivo en el logro de la Iluminación, según el budismo?
El desarrollo mental no ocurre mediante un cambio radical. Los engaños se eliminan o purifican poco a poco. Es una evolución gradual. Lleva tiempo. Hay personas, por ejemplo, que son incapaces de aceptar lo que el budismo enseña acerca del amor universal –que se debe desear a otros la felicidad que uno mismo desea para sí–. Piensan: “Yo no soy capaz de amar a todos los demás como me amo a mí mismo”. Necesitan tiempo para comprender el amor universal o la Iluminación porque sus mentes están preocupadas por los conceptos erróneos y no dejan espacio para la sabiduría. Pero, poco a poco, practicando su religión, la gente puede ser conducida hasta la sabiduría perfecta. Por eso digo que es necesaria una variedad de religiones para la raza humana. El cambio físico es fácil, pero el desarrollo mental lleva tiempo. 

Por ejemplo, un doctor puede decir a su paciente: “Tienes mucha fiebre, así que, por favor, evita la carne y come sólo bizcocho durante unos días”. Más tarde, cuando el enfermo empieza a recuperarse, el médico puede volver a introducir alimentos más pesados en la dieta. De esta forma, el doctor guía a la persona hacia una recuperación completa.

Cuando mueren los monjes o las monjas tibetanos, ¿desaparecen sus cuerpos o se los llevan consigo?
Sí, se los llevan a la próxima vida metidos en sus jolas (la bolsa que los monjes llevan colgando del hombro)... ¡Estoy bromeando! No. Eso no es posible.

Aún así, hay ciertos practicantes cuyos cuerpos son asimilados en su sabiduría y desaparecen realmente. Eso sí que es posible. Pero no se llevan sus cuerpos físicamente.

Puesto que nuestras mentes pueden engañarnos y sin un maestro no podemos descubrir la verdad, ¿están los monasterios budistas diseñados de tal modo que cada monje tira de sus colegas para que alcancen el siguiente nivel de conocimiento, en una especie de cadena? 

¿Es eso lo que está usted haciendo ahora, y enseña usted para aprender?
Sí, los monasterios son algo parecido a eso y también es cierto que aprendo mientras enseño. Pero la razón por la que necesitamos un maestro es que el conocimiento de los libros es sólo una información árida y ese conocimiento, sin más, puede resultar tan relevante como el silbido del viento a través de los árboles.

Necesitamos una llave para aplicarlo a nuestra experiencia, para unificarlo con nuestras mentes. Es entonces cuando ese conocimiento se convierte en sabiduría y la solución perfecta para nuestros problemas. Por ejemplo, la Biblia es un libro excelente que recoge toda clase de grandes métodos pero, si no tienes la llave, el conocimiento que se encuentra en la Biblia no puede entrar en tu corazón. El mero hecho de que un libro sea excelente no significa necesariamente que mediante su lectura puedas adquirir el conocimiento que contiene. El único modo de hacerlo es desarrollando primero la sabiduría.

Usted ha dicho que alcanzar la Iluminación es un proceso gradual, pero supongo que uno no puede estar Iluminado y ser ignorante al mismo tiempo.
¿Acaso no quiere decir eso que la Iluminación es instantánea?
Tienes razón. Por supuesto, no puedes estar Iluminado y ser ignorante al mismo tiempo. 
Uno se aproxima a la Iluminación de forma gradual pero, cuando se alcanza ese estado, no hay retorno posible; cuando se alcanza el estado mental totalmente despierto, en el momento en que se experimenta dicho estado, uno permanece Iluminado para siempre. No es como las experiencias con ciertas drogas alucinógenas, con las que te sientes alto y pasas un buen rato y, cuando se pasa el efecto de la droga, vuelves a caer en tu estado depresivo habitual.

¿Y podemos experimentar eso en esta vida, la Iluminación permanente, mientras estamos vivos, antes de morir?
Sí. Es posible alcanzarla en esta vida... si se tiene suficiente sabiduría.
Oh... ¿si se tiene suficiente sabiduría?
Sí... ese es el truco: si se tiene suficiente sabiduría.
¿Por qué es necesario un maestro?
¿Por qué necesitas un profesor de Inglés? Para comunicarte. Lo mismo ocurre con la Iluminación. La Iluminación es también comunicación. Incluso en las actividades mundanas, como ir de compras, necesitamos el lenguaje para comunicarnos con los dependientes de las tiendas. Si necesitamos maestros para eso, con mucha más razón necesitamos un maestro que nos guíe a lo largo de un camino que tiene que ver con tantas cosas que desconocemos, como las vidas previas y futuras y los profundos niveles de consciencia. Éstas son experiencias completamente nuevas y uno no sabe a dónde va o qué está ocurriendo. 

Es necesario tener a alguien para asegurarse de que se halla uno en el camino correcto y que no está alucinando.
¿Quién enseñó al primer maestro?
La sabiduría. El primer maestro fue la sabiduría.
Entonces, si el primer maestro no tuvo un maestro humano, ¿por qué nosotros necesitamos uno?
Porque no hay principio y no hay fin. La sabiduría es la sabiduría universal, la sabiduría es la consciencia universal.
¿El hecho de generar amor universal te conduce a la Iluminación, o primero tienes que alcanzar la Iluminación y después generar el amor universal?
Primero generas el amor universal. Entonces, tu mente alcanza el logro de la ecuanimidad en el que no haces énfasis ni en esto ni en aquello. Tu mente alcanza un estado de equilibrio. En la terminología budista, llegas a un estado que se encuentra más allá de la mente dual.

¿Es cierto que la mente puede llevarte sólo hasta cierto punto del camino espiritual y que después tienes que abandonarla para seguir avanzando?
¿Cómo puedes abandonar tu mente? Estoy bromeando. No. Es imposible
abandonar la mente. Tienes mente cuando eres un ser humano que vive lo que llamamos una vida corriente, y también cuando alcanzas la Iluminación. Tu mente está siempre contigo. No puedes deshacerte de ella diciendo, “No quiero tener mente”. Kármicamente, tu mente y tu cuerpo están unidos. No puedes renunciar a ella con el intelecto. Quizá sería posible si la mente fuera un fenómeno material, pero no lo es.

¿Los lamas sufren enfermedades físicas? Y, si es así, ¿qué métodos utilizan para recobrar la salud? ¿Usan ustedes el poder curativo?
Sí, a veces empleamos el poder curativo; a veces usamos el poder del mantra; a veces meditamos. En otras ocasiones hacemos puya. ¿Sabes lo que es puya? Hay quienes piensan que se trata sólo de cantos rituales acompañados de campanas, pero es mucho más que eso. Puya es una palabra sánscrita cuyo significado literal es “ofrecimiento”, pero su significado interpretativo es sabiduría, un estado mental despierto. Así pues, si tu sabiduría suena –“ting, ting, ting”–, eso es bueno, pero si tu sabiduría no está sonando y el único ting, ting, ting que oyes es el externo, entonces no es puya.

Lo que está usted diciendo no difiere mucho de la filosofía materialista occidental.
Nuestros problemas no tienen tanto que ver con los objetos como con las actitudes hacia ellos.
Cuando dices actitud, ¿te estás refiriendo a la tendencia materialista de aferrarse o no aferrarse a los objetos materiales?
Bueno, los objetos externos existen, pero existen fuera de nosotros y nuestra consciencia los percibe en el mismo plano. Yo creo que cuando morimos, los objetos permanecen, pero no para nosotros, no para el individuo que fallece.

Estoy de acuerdo contigo. Cuando morimos, los objetos externos siguen ahí fuera, pero nuestra interpretación de ellos, nuestra proyección, desaparece. 
Sí, es correcto.
Entonces, ¿por qué es eso tan radicalmente opuesto a la filosofía materialista? ¿Por qué dice usted que el mundo exterior es ilusorio cuando, después de que la consciencia se haya marchado, el mundo material sigue existiendo?
Digo que el mundo material es ilusorio porque los objetos que percibes existen sólo en la visión de tu propia mente. Mira esta mesa: el problema es que tú piensas que cuando desaparezcas, tu visión de esta mesa seguirá existiendo, que esta mesa continuará existiendo exactamente del mismo modo en que tú la percibiste.
Eso no es cierto. Tu visión de esta mesa desaparece, pero otra visión de la mesa sigue existiendo.

¿Cómo reconocer al maestro adecuado?
Puedes reconocer a tu maestro utilizando tu sabiduría y no siguiendo ciegamente a alguien. Examina a los maestros potenciales tanto como puedas. “¿Es éste el maestro adecuado para mí o no?”. Analiza profundamente a un maestro antes de seguir su consejo. En tibetano tenemos una advertencia: no elijas a un maestro del modo en que devora un perro un trozo de carne. Si das un trozo de carne a un perro hambriento, lo engullirá sin titubeos. Es extremadamente importante examinar de antemano y con el mayor detenimiento a los posibles líderes espirituales, gurus o como los quieras llamar, antes de aceptar su guía.

Recuerda lo que dije antes: que los conceptos equivocados y las doctrinas contaminadas son más peligrosos que las drogas. El hecho de seguir los conceptos erróneos de un guía espiritual falso podría causar en ti un efecto desastroso y, no sólo desperdiciarías esta vida, sino también muchas vidas futuras. En lugar de ayudarte, puede hacerte mucho daño. Por favor, haz uso de tu sabiduría cuando vayas a elegir a un maestro espiritual.

Puesto que usted es un monje budista de Tíbet, me pregunto si ha oído hablar de Lobsang Rampa, que ha escrito muchos libros con toda suerte de detalles sobre Tíbet, a pesar de no haber estado nunca en ese país. Ahora ya ha fallecido, pero decía que el espíritu de un lama tibetano había entrado en él y que por eso podía escribir lo que escribió. ¿Es eso posible? Y si no, ¿cómo pudo escribir esos libros?
Yo no creo que esa clase de posesión sea posible. También, deberías examinar bien lo que escribió; hay muchos errores en sus libros. Por ejemplo, cuando habla de que los lamas abren el ojo de la sabiduría, dice que lo hacen mediante una operación quirúrgica. No es cierto. El ojo de la sabiduría es una metáfora para la sabiduría penetrante y lo abren los lamas que tienen la llave de la sabiduría.

También, los que tienen logros espirituales no hablan de ellos y los que hablan de sus logros no los tienen.
Lama, ¿Qué es según usted la mente dual y qué quiere decir con “examinar”?
Desde que naciste hasta ahora, hay dos cosas que siempre han complicado tu vida; siempre hay dos cosas, nunca una sola. Eso es lo que significa mente dual.
En el momento en que percibes un objeto, tu mente lo compara de modo automático e instintivo con otro: “¿Y que hay de eso otro?”. Estas dos cosas desmoronan tu equilibrio. Así es como funciona la mente dual. Con respecto a la segunda pregunta, cuando digo que examines tu mente, me refiero a que debes investigar en ella para ver si está sana o no. Examina cada mañana tu estado mental para asegurarte de que durante el día no vas a flipar. Esto es lo que quiero decir con “examinar”.

Si todo está kármicamente determinado, ¿cómo saber si nuestra motivación es correcta? o ¿tenemos la posibilidad de una elección no condicionada?
La motivación pura no está determinada por el karma. La motivación pura viene de la comprensión-conocimiento-sabiduría. Si no hay comprensión en tu mente es difícil que tu motivación sea pura. Por ejemplo, si no comprendo mi propia naturaleza egoísta, no puedo ayudar a los demás. Mientras no sea capaz de reconocer mi comportamiento egoísta, siempre culparé de mis problemas a los demás. Si conozco mi mente, mi motivación se vuelve pura y puedo dedicar sinceramente las acciones de mi cuerpo, palabra y mente al bienestar de los demás.

Muchas gracias, tu pregunta ha sido excelente y creo que la motivación pura es un buen punto para concluir la sesión. Muchísimas gracias. Si nuestra motivación es pura dormiremos bien, tendremos buenos sueños y disfrutaremos mucho. Gracias de corazón.
Mañana Mas...


Todo es Mente ?

Todo surge de la mente

Todo surge de la mente

El budismo puede entenderse a muchos niveles distintos. La gente que utiliza el camino budista lo hace gradualmente. Así como avanzas progresivamente desde la escuela a la universidad, aprobando cada curso para pasar al siguiente, los practicantes budistas progresan asimismo paso a paso por el camino a la Iluminación. En el budismo, no obstante, se habla de diferentes niveles mentales; aquí, “superior” e “inferior” se refieren al progreso espiritual.

En Occidente hay tendencia a considerar el budismo como una religión en el sentido occidental del término. Esto es un error. El budismo está completamente abierto; podemos hablar de cualquier tema. El budismo tiene su doctrina y filosofía, pero también hace énfasis en la experimentación científica, tanto interna como externa. No pienses que es un sistema de creencia estrecho y cerrado.
No lo es. La doctrina budista no es una elaboración histórica derivada de la imaginación y de la especulación mental, sino una explicación psicológica precisa de la verdadera naturaleza de la mente.

Cuando observas el mundo externo, tienes la fuerte impresión de que es algo substancial. Probablemente no te des cuenta de que esa fuerte impresión es tan sólo la interpretación que hace tu propia mente de lo que percibe. Piensas que esa realidad fuerte y sólida existe realmente en el exterior y, quizá, cuando miras en tu interior, te sientes vacío. Eso es también un concepto erróneo: la poderosa impresión de que el mundo aparece existiendo verdaderamente fuera de ti es, de hecho, una proyección de tu mente. Todo lo que experimentas –sentimientos, sensaciones, formas y colores– surge de la mente.

Unos días, te levantas por la mañana con una mente aturdida y el mundo que te rodea aparece ante ti oscuro y brumoso, otros días te despiertas con una mente clara y ves el mundo bello y luminoso. Debes comprender que estas distintas impresiones vienen de tu mente y no de los cambios en el entorno externo. En lugar de interpretar equivocadamente cualquier experiencia de tu vida mediante conceptos erróneos, comprende que no se trata de la realidad externa, sino sólo de la mente.

Por ejemplo, cuando todos los aquí presentes miráis a un mismo objeto –yo, Lama Yeshe– cada uno tiene una experiencia totalmente distinta, a pesar de que todos estéis mirando el mismo objeto. Estas experiencias distintas no vienen de mí, sino de vuestras propias mentes. Quizá estás pensando. “¿Cómo puede decir eso? Todos estamos viendo el mismo rostro, el mismo cuerpo, los mismos hábitos”, pero esa interpretación es un tanto superficial. Analízalo con más detenimiento. Verás que el modo en que me percibe cada uno de vosotros, Todo surge de la mente el modo en que cada uno se siente ante esa percepción es estrictamente individual y que, a ese nivel, todos sois diferentes. Estas distintas percepciones no proceden de mí, sino de vuestras mentes. Eso es lo que me gustaría que comprendiérais.

Después puedes pensar: “Él es sólo un lama; no conoce otra cosa aparte de la mente. No conoce los grandes progresos científicos, como los satélites, ni otras tecnologías avanzadas. No puede decir que todo eso viene de la mente”.

Pero tienes que analizarlo. Cuando digo “satélite”, aparece en tu mente una imagen del objeto que te ha sido identificado como tal. Cuando se construyó el primer satélite, su inventor dijo: “He inventado este objeto que gira alrededor de la tierra y le he llamado “satélite”. Después, cuando los demás vieron ese objeto, pensaron: “¡Ah! Esto es un satélite”. Pero “satélite” no es más que un nombre, ¿no es así?

Antes de construirlo, el inventor del satélite reflexionó y lo visualizó en su mente. Y, a partir de esa imagen mental, hizo lo necesario para materializar su creación. Después dijo a todo el mundo: “Esto es un satélite”. Así que todos pensaron:
¡Increíble! ¡Un satélite! ¡Qué bonito, qué maravilloso!. Eso muestra lo ridículos que somos: alguien pone un nombre a una cosa y nosotros nos aferramos a ese nombre creyendo que se trata de algo real. Eso es lo que nos ocurre constantemente, independiente de los colores y las formas a las que nos aferremos.

Analízalo.

Si puedes comprender lo que estoy diciendo, verás que los satélites y todo lo demás vienen en verdad de la mente y que, sin la mente, no hay ni la más mínima existencia material manifiesta en todo el mundo sensorial. ¿Qué existe sin la mente? Piensa en todos los productos que puedes hallar en un supermercado: tantos nombres, tantos alimentos, tantos objetos distintos. Primero, la gente los inventó –este nombre, aquél nombre, esto, aquello– y después esto, eso y lo de más allá aparecieron ante ti. Si todos esos miles de productos de supermercado, así como los aviones, los cohetes espaciales y los satélites son manifestaciones
de la mente, ¿qué es lo que no viene de la mente?

Si observas cómo se expresa tu mente, tus diversas visiones y sensaciones, tu imaginación, comprenderás que todas tus emociones, el modo en que vives tu vida, el modo en que te relacionas con los demás, todo viene de la mente. Si no comprendes cómo funciona la mente, vas a seguir teniendo experiencias negativas como el enfado y la depresión. ¿Por qué digo que la mente depresiva es una mente negativa? Porque la mente depresiva no comprende su propio funcionamiento.

Una mente sin comprensión es negativa. La mente negativa te abate porque todas sus reacciones están contaminadas. Una mente que tiene comprensión funciona con claridad. Una mente clara es una mente positiva.

Cualquier problema emocional que experimentas surge debido al modo en que funciona tu mente; tu problema básico radica en que no te autoidentificas del modo correcto. Normalmente te tienes en baja consideración, te percibes como un ser humano con pocas cualidades cuando, de hecho, lo que realmente deseas es que tu vida sea la mejor, que sea perfecta. Tú no quieres ser un ser humano de poca valía, ¿verdad? Para corregir tu visión y convertirte en una persona mejor no necesitas agobiarte ni saltar de una cultura a otra. Todo lo que tienes que hacer es comprender tu verdadera naturaleza, el modo en que existes realmente ahora. Eso es todo. Es muy sencillo.

Lo que estoy diciendo aquí no pertenece a la cultura tibetana, no es un asunto exclusivo de los orientales. Estoy hablando de tus propios asuntos. De hecho, no es importante saber de quién es este asunto; todos somos básicamente iguales.
¿En qué nos diferenciamos unos de otros? Todos tenemos mente; todos percibimos los fenómenos a través de nuestros sentidos; todos somos iguales en cuanto a nuestro deseo de disfrutar del mundo sensorial; y todos nos aferramos del mismo modo al mundo sensorial, desconociendo tanto la realidad de nuestro mundo interior como la del exterior. No hay diferencias entre nosotros, aunque tengas el pelo largo o corto, aunque seas negro, blanco o amarillo, aunque vistas de esta manera o de esta otra. Todos somos iguales. ¿Por qué? Porque la mente humana es como un océano y nos parecemos mucho en el modo en que hemos evolucionado sobre la tierra.

Una observación superficial del mundo sensorial puede llevarte a creer que los problemas de las personas son distintos, pero si lo examinas más a fondo verás que todos son fundamentalmente iguales. Lo que hace que los problemas de la gente parezcan únicos son las diferentes interpretaciones que cada uno hace de sus experiencias.

Este modo de examinar la realidad no es necesariamente un ejercicio espiritual.
Tampoco tienes por qué creer o negar que tienes una mente –todo lo que has de hacer es observar cómo funciona y cómo actúa y no obsesionarte demasiado con el mundo que te rodea–.

El Buda nunca hizo demasiado énfasis en las creencias. En su lugar, nos exhortó a que investigáramos e intentáramos comprender la realidad de nuestro propio ser. Jamás insistió en que comprendiéramos lo que él mismo era, lo que es un buda. Todo lo que quería era que comprendiéramos nuestra propia naturaleza.

Fácil, ¿no? No es necesario que creas en nada. Con sólo hacer el esfuerzo adecuado, comprenderás las cosas por tu propia experiencia y desarrollarás gradualmente todos los logros espirituales.
Pero quizá te preguntas: ¿Qué pasa con las montañas, los árboles y los océanos? ¿Cómo pueden surgir de la mente? Y ahora yo te pregunto: ¿Cuál es la naturaleza de una montaña? ¿Cuál es la naturaleza de un océano? ¿Existen las cosas necesariamente como las vemos? Cuando observas las montañas y los océanos, éstos aparecen ante tu visión superficial como montañas y océanos.

Pero su naturaleza es, de hecho, otra cosa. Si cien personas contemplan al mismo tiempo una montaña, todas ven aspectos distintos, colores distintos, características distintas. Entonces, ¿quién tiene la visión correcta? Si puedes contestar a esto, podrás dar respuesta a tu pregunta.

En conclusión, lo que estoy diciendo es que tu visión cotidiana y superficial del mundo sensorial no refleja su verdadera realidad. El modo en que interpretas Melbourne, tu idea de cómo existe Melbourne, no tiene nada que ver con la realidad de Melbourne –a pesar de que hayas nacido y permanecido en esta ciudad, con tus subidas y bajadas, durante toda tu vida–. Analízalo.

Al decir todo esto, no estoy haciendo una afirmación definitiva sino, más bien, ofreciéndote una sugerencia sobre cómo observar las cosas de un modo nuevo. No trato de forzarte a aceptar mis ideas. Todo lo que hago es recomendarte que dejes de lado tu mente perezosa, que no hace otra cosa más que creerse lo que percibe, y que analices las cosas con una mente diferente, con una mente nueva.

La mayoría de las decisiones que tu mente ha estado tomando desde que naciste –“esto es correcto, esto es incorrecto; esto no es la realidad”– han sido conceptos erróneos. Una mente poseída por los conceptos erróneos es una mente que duda, una mente que nunca está segura de nada –un pequeño cambio en las condiciones externas y flipa–. Hasta las cosas más pequeñas perturban tu mente.

Si pudieras contemplar la totalidad de la escena, comprenderías lo absurdo que es. Pero nosotros no vemos la totalidad; la totalidad es demasiado para nosotros.
La mente sabia, el conocimiento-sabiduría o consciencia universal, jamás se desconcierta con las pequeñas cosas. Puesto que percibe la totalidad, no presta atención a las nimiedades. Una energía que viene de aquí y que coincide con otra energía que viene de allá nunca desmorona al sabio, pues el sabio cuenta con que ocurran cosas así; es la naturaleza de las cosas. Si tienes el concepto erróneo de que tu vida va a ser perfecta, siempre te sobresaltarás ante su naturaleza cambiante. Si sabes que tu vida va a tener altibajos, tu mente permanecerá mucho más relajada. ¿Hay algo en el mundo exterior que sea perfecto? Nada.

Por lo tanto, dado que la energía de tu mente y de tu cuerpo están inextricablemente vinculadas con el mundo exterior, ¿cómo puedes esperar que tu vida sea perfecta? No puedes.

Muchas gracias. Espero que hayáis comprendido lo que he dicho y que yo no haya creado más conceptos erróneos. Ahora tenemos que concluir la sesión.
Muchas gracias.

Buen fin de Semana ....

Enfermedad Mental

Un acercamiento budista a la enfermedad mental

Un acercamiento budista a la enfermedad mental

Lama Yeshe, ¿qué hay que hacer para tratar esa enfermedad mental? ¿Cómo ayudar a la gente que la padece?
Sí, muy bien, estupenda pregunta. Mi manera de tratar la enfermedad mental es intentar que la persona en cuestión analice la naturaleza básica de su problema.
Trato de mostrarle la naturaleza verdadera de su mente de forma que, con su propia mente, pueda comprender sus problemas. Si puede hacer eso, podrá resolver por sí sola sus propios conflictos. No creo que yo pueda solucionar sus problemas con sólo unas palabras. Lo que yo diga puede hacerla sentir un poco mejor, pero es un alivio muy pasajero. La raíz de su problema está anclada en lo profundo de su mente y, mientras permanezca allí, las circunstancias cambiantes causarán el surgimiento de más problemas.

Mi método consiste en inducir al individuo a investigar su propia mente para que pueda comprender, de modo gradual, su verdadera naturaleza. Algunas veces he dado un pequeño consejo a alguien y esa persona ha pensado. “¡Oh! ¡Estupendo! Mi problema ha desaparecido; Lama lo ha resuelto con unas pocas palabras”. Pero eso es una fabricación. Se lo está inventando. Nadie puede entender sus propios problemas mentales sin antes convertirse en su propio psicólogo.
Es imposible.

¿Cómo ayuda usted a la gente a comprender sus problemas? ¿Qué método emplea?
Intento enseñarles el aspecto psicológico de su naturaleza, cómo investigar su propia mente. Una vez saben esto, ya pueden analizar y resolver sus propios conflictos. Trato de mostrarles un modo de abordar la cuestión.

¿Cuál es precisamente el método que usted enseña para observar la verdadera naturaleza de la mente?
Básicamente es una forma de investigar o de analizar que desarrolla el conocimiento- sabiduría.

¿Es un tipo de meditación?
Lama: Sí, meditación analítica o de investigación.

¿Cómo lo hace? ¿Cómo le enseña a alguien a analizar?
Deja que te ponga un ejemplo. Si experimentas una sensación agradable cuando te encuentras con una persona, debes preguntarte: “¿Por qué tengo este sentimiento hacia ella? ¿Qué hace que me sienta así?”. Si lo analizas detenidamente, descubrirás que es sólo porque una vez esa persona se portó bien contigo, o por alguna otra razón diminuta e ilógica. “La quiero porque hizo esto o aquello”. Y lo mismo ocurre con la persona con la que no te sientes cómodo:
“No me gusta porque me hizo esto o aquello. Pero cuando analizas, aún con mayor detenimiento, si esas cualidades, buenas o malas, existen realmente en la persona, comprendes que esa discriminación de amigo o enemigo está basada en un razonamiento muy superficial e ilógico. Estás basando tu juicio en cualidades insignificantes, no en la totalidad de la persona. Ves cierta cualidad que etiquetas como buena o mala, quizá algo que ella dijo o hizo, y la exageras hasta rebasar toda proporción. Después, te sientes agitado a causa de lo que percibes.

Mediante el análisis puedes ver que no hay razón alguna para discriminar del modo en que lo haces; con eso sólo consigues permanecer trabado, tenso y en estado de sufrimiento. Con este tipo de examen no analizas a la otra persona sino tu propia mente, con el fin de ver cómo te sientes y determinar que tipo de mente discriminatoria te hace sentir de ese modo. Esta manera de abordar el análisis es fundamentalmente distinta de la occidental, que se centra en exceso en los factores externos y no lo suficiente en la parte que desempeña la mente en la experiencia de los individuos.
Así que usted dice que el problema se encuentra principalmente en la persona.

¿No está de acuerdo con el punto de vista de que es la sociedad la que hace enfermar a la gente?
Sí. He conocido a muchos occidentales que tenían problemas con la sociedad.
Estaban enfadados con la sociedad, con sus padres, con todo. Pero cuando estos estudiantes llegan a comprender la psicología que yo enseño, piensan: “¡Es increíble! Toda mi vida he estado culpando a la sociedad, mientras que el verdadero problema ha permanecido siempre en mi interior”. Después se convierten en seres humanos corteses y respetuosos con la sociedad, con sus padres, con sus maestros y con todo el mundo. No podemos culpar a la sociedad por nuestros problemas.

¿Por qué las personas confunden las cosas de este modo?
Es porque no conocen su verdadera naturaleza. El entorno, las ideas y las filosofías pueden ser causas contributivas, pero los problemas vienen ante todo de nuestra mente. No hay duda de que el modo en que esté organizada la sociedad puede agitar a ciertas personas, pero esos problemas son, por lo general, pequeños. Desgraciadamente, la gente tiende a exagerarlos y después se siente trastornada. Esto es lo que ocurre con la sociedad, pero quien crea que el mundo puede existir sin ella está soñando.

Lama, ¿Qué es lo que halla usted en el océano de la naturaleza de una persona?
Cuando he empleado esa expresión me estaba refiriendo a que los problemas de las personas son como un océano y que nosotros vemos sólo las olas superficiales.
No percibimos lo que se encuentra debajo de las mismas. “¡Oh! Tengo un problema con esa persona. Si me deshago de ella se acabarán mis problemas”.
Es como observar un aparato eléctrico sin comprender que lo que lo hace funcionar es la electricidad.
¿Qué clase de problemas encontramos bajo las olas?
La insatisfacción. La mente insatisfecha es el elemento fundamental de la naturaleza humana. Estamos insatisfechos con nosotros mismos; estamos insatisfechos con el mundo exterior. La insatisfacción es como un océano.

¿Hacen ustedes preguntas a las personas sobre sí mismas o sobre el modo en que se sienten para ayudarles a comprenderse?
A veces sí pero, por lo general, no hacemos tal cosa. Algunas personas tienen  problemas muy específicos y, en tales casos, puede ser útil saber con exactitud cuáles son para poder ofrecer soluciones precisas. Pero normalmente no es necesario porque los problemas de todos los seres son básicamente los mismos.

¿Cuánto tiempo dedica usted a una persona para descubrir su problema y el modo de tratarlo? Como sabrá, en la psiquiatría occidental pasamos mucho tiempo con los pacientes para ayudarles a descubrir por sí solos la naturaleza de sus problemas. ¿Hacen ustedes lo mismo o tienen un método distinto?
Con nuestros métodos no es necesario dedicar mucho tiempo a cada persona individualmente. Explicamos la naturaleza fundamental de los problemas y la posibilidad de trascenderlos; después enseñamos técnicas básicas para trabajar los problemas. Ellos practican esas técnicas y, transcurrido un tiempo, analizamos las experiencias que hayan tenido.

¿Quiere usted decir que todo el mundo tiene básicamente los mismos problemas?
Sí, así es. Oriente y Occidente son básicamente lo mismo. Pero en Occidente es necesario que una persona esté clínicamente enferma para que se la reconozca como enferma; lo cual es, para nosotros, excesivamente superficial. De acuerdo con la psicología del Buda y con la experiencia de los lamas, la enfermedad es algo más profundo que la mera expresión manifiesta de los síntomas clínicos. Mientras permanezca en la mente el océano de la insatisfacción, el más mínimo cambio en el entorno puede bastar para hacer emerger un problema. A nuestro entender, el mero hecho de ser susceptible a futuros problemas muestra que esa mente está enferma. Todos los que estamos aquí ahora somos básicamente iguales en lo que se refiere a la insatisfacción mental y, en consecuencia, un pequeño cambio en nuestras circunstancias externas puede hacernos enfermar.

¿Por qué?
Porque el problema básico se halla en nuestra mente. Es mucho más importante erradicar el problema básico que pasarse toda la vida intentando resolver los problemas superficiales y emocionales. El enfoque occidental no pone término a la experiencia continua de problemas; sólo sustituye un problema que se cree haber resuelto por uno nuevo.

Entonces, mi problema básico, ¿es el mismo que el suyo?
Sí. El problema básico de todos nosotros es lo que llamamos ignorancia –no comprender la naturaleza de la mente insatisfecha–. Mientras se tenga este tipo de mente, uno se encuentra en el mismo barco que los demás. Esta falta de habilidad para percibir la realidad no es un problema exclusivamente occidental ni exclusivamente oriental. Es el problema de los seres humanos.

¿El problema básico es el desconocimiento de la naturaleza de la mente?
Correcto, así es.

¿Y la mente de todos los seres tiene la misma naturaleza?
Sí, la misma naturaleza.

¿Todo el mundo tiene el mismo problema básico?
Sí, pero existen diferencias. Por ejemplo, cien años atrás, los occidentales tenían ciertos problemas. Con el desarrollo tecnológico se resolvieron muchos de ellos pero, ahora, en lugar de aquéllos tienen otros. Esto es lo que quiero decir. Los nuevos problemas reemplazan a los viejos, pero siguen habiendo problemas porque el problema básico no se ha eliminado. El problema básico es como el océano y los problemas a los que los occidentales tratan de dar solución son comparables a las olas. En Oriente ocurre lo mismo. En India, los problemas que experimentan las gentes de los pueblos son distintos de los de las personas que viven en la capital, Nueva Delhi, pero siguen siendo problemas. El problema básico en Oriente y Occidente es el mismo.

Lama, según he entendido, el problema básico es que los individuos pierden el contacto con su propia naturaleza. ¿Cómo ocurre eso y por qué?
Una razón es que estamos preocupados con todo lo que ocurre fuera de nosotros. Estamos tan interesados en lo que sucede en el mundo de los sentidos que no nos damos tiempo para examinar lo que está pasando en nuestras mentes. Jamás nos preguntamos por qué el mundo sensorial nos resulta tan interesante, por qué las cosas aparecen como lo hacen, por qué respondemos a ellas de esa manera. No estoy diciendo que tengamos que ignorar el mundo exterior, pero deberíamos dedicar la misma cantidad de energía a analizar nuestra relación con él. Si logramos comprender la naturaleza del sujeto y del objeto, podremos poner fin a nuestros problemas de un modo definitivo.

Quizá pienses que tu vida es perfecta desde el punto de vista material, pero también deberías preguntarte: “¿Estoy plenamente satisfecho? ¿Es esto todo cuanto existe?” Puedes indagar en tu mente: “¿De dónde viene realmente la satisfacción?”. Si comprendes que la satisfacción no depende sólo de los factores externos, podrás disfrutar de tus posesiones materiales y también de la paz mental.

¿Es diferente la naturaleza de la satisfacción de cada persona, o es la misma para todos en general?
Si lo miramos desde el punto de vista relativo, cada persona tiene su propio modo de pensar, de sentir y de discernir, por lo tanto, los placeres personales son un asunto individual. Pero si lo analizamos más profundamente, si observamos los niveles sutiles, inalterables y más duraderos de los sentimientos, de la felicidad y de la alegría, veremos que todo el mundo puede alcanzar niveles idénticos de placer. En el mundo relativo y mundano, pensamos. “Mis intereses y placeres son éstos y aquéllos, por consiguiente, he de conseguir esto, esto y esto otro.
Y si me encuentro en tal y tal circunstancia, me sentiré desdichado”. Relativamente, nuestras experiencias son individuales, cada uno de nosotros discierne a su manera, pero desde el punto de vista absoluto, todos podemos experimentar el mismo nivel de felicidad.

Lama, ¿resuelve usted los problemas de las personas aconsejándoles que se retiren en meditación o se aparten del mundo exterior? ¿Es éste el modo en que trata usted los problemas de la gente?
No necesariamente. La gente tiene que ser totalmente consciente de lo que ocurre en su propia mente, así como del modo en que su mente se relaciona con el mundo exterior, el modo en que el entorno está afectando su mente. No puedes cerrarte al mundo exterior; tienes que afrontarlo; has de estar abierto a todo.

¿Es su tratamiento siempre exitoso?
No, no necesariamente.

¿Por qué no tiene éxito en algunos casos?
A veces se debe a un problema de comunicación; las personas pueden tergiversar lo que digo. Quizá no tienen paciencia para poner en práctica los métodos que recomiendo. Eliminar la mente insatisfecha lleva tiempo. Cambiar la mente no es como pintar una casa. Puedes cambiar el color de una casa en una hora, pero se necesita mucho más tiempo para transformar una actitud mental.

¿Cuánto tiempo, ¿meses?, ¿años?
Depende del individuo y de la clase de problema del que se esté hablando. Si tienes un problema con tus padres, quizá puedas resolverlo en un mes. Pero cambiar y eliminar la mente insatisfecha fundamental puede llevar muchos años.
Las olas son fáciles, el océano es más difícil. Gracias, has hecho una buena pregunta.

¿Tienen ustedes algún sistema para seleccionar a las personas a las que van a ayudar?
No, nosotros no tenemos ningún proceso de selección.

¿La gente acude simplemente a usted?
Sí. Todo el mundo puede venir a mí. Independientemente del color, la raza, la clase social y el sexo; todos los seres humanos tienen el mismo potencial para resolver sus problemas. No existe ningún problema que no pueda ser solucionado mediante la sabiduría humana. Si tienes sabiduría, puedes resolverlos todos.

¿Y qué pasa con las personas que no tienen tanta sabiduría?
Deberías enseñarles primero a desarrollar la sabiduría. La sabiduría no es intuitiva; tendrías que abrir sus mentes a ella.

¿Se puede utilizar este método para resolver los problemas de los niños?
Eso es perfectamente posible. Pero con los niños no siempre se puede intelectualizar. A veces es necesario enseñarles mediante el arte o a través de los propios actos. En ocasiones no es tan sabio decirles lo que deben y no deben hacer.

Lama, ¿qué consejo deberían dar los padres a sus hijos para ayudarles a descubrir su naturaleza interna?
En primer lugar, yo diría que es mejor no intelectualizar verbalmente con los niños. Actuar correctamente y crear un entorno apacible son métodos que tienen muchas más probabilidades de ser eficaces. Con ellos, los niños aprenden automáticamente. Hasta los más pequeños captan las vibraciones. Recuerdo que cuando yo era niño, me sentía fatal cuando mis padres discutían; resultaba muy doloroso. No necesitas darles demasiadas explicaciones; es mucho mejor comportarse de un modo correcto, apacible y amable y crear un entorno adecuado.
Eso es todo, especialmente cuando los niños son demasiado pequeños para comprender el lenguaje.

¿Qué importancia tiene el cuerpo en la felicidad humana?
Si quieres ser feliz, es muy importante tener un cuerpo sano, debido al estrecho vínculo entre el sistema nervioso físico y la mente. Una perturbación en tu sistema nervioso provocará una perturbación en tu mente; los cambios físicos producen cambios mentales. Existe una fuerte conexión entre el cuerpo y la mente.

¿Tiene usted algún consejo que dar con respecto a la dieta alimenticia o al comportamiento sexual para que el cuerpo se mantenga en perfecta salud?
Esos dos aspectos pueden ser importantes. Pero, puesto que somos todos diferentes, no podemos decir que una sola dieta sea conveniente para todo el mundo. Como individuos, nuestros cuerpos están acostumbrados a dietas específicas, por consiguiente, los cambios radicales en la dieta pueden trastornar nuestro sistema. También, una actividad sexual excesiva puede debilitar el cuerpo, lo que a su vez debilitará la mente, el poder de concentración o la sabiduría penetrante.

¿A qué se refiere con una actividad sexual “excesiva”?
Eso depende también del individuo. No es lo mismo para todos. La energía física de cada persona varía; analízalo mediante tu propia experiencia.

¿Por qué estamos aquí? ¿Cuál es la razón de nuestra existencia?
Mientras permanezcamos apegados al mundo sensorial, estaremos apegados a nuestros cuerpos, así que tendremos que seguir viviendo en ellos.

Pero, ¿dónde voy? ¿Tengo que ir a alguna parte?
Sí, por supuesto, no hay elección. Eres impermanente, así que tienes que irte.
Tu cuerpo se compone de cuatro elementos que están en continuo cambio –tierra, agua, fuego y aire–. Cuando estos cuatro se mantienen en equilibrio creces correctamente y disfrutas de buena salud, pero si uno de ellos se descompensa, puede provocar el caos en tu cuerpo y acabar con tu vida.

¿Y qué pasa entonces? ¿Nos reencarnamos?
Así es. La mente o la consciencia es diferente del cuerpo físico de carne y hueso. Cuando mueres, dejas tu cuerpo atrás y tu mente entra en otro cuerpo.
Desde tiempo sin principio hemos estado muriendo y renaciendo en un cuerpo tras otro. Eso es lo que nosotros comprendemos. La psicología del Buda nos enseña que, a nivel relativo, la naturaleza característica de la mente es muy distinta de la del cuerpo físico.

¿Vivimos con el fin de mejorar constantemente? Cuando alcance la vejez, ¿seré mejor de lo que soy ahora?
Nunca puedes estar seguro de ello. A veces los ancianos son peores que los niños. Depende de la cantidad de sabiduría que se haya adquirido. Algunos niños son más sabios que los adultos. Necesitas sabiduría para llevar a cabo esa clase de progreso durante la vida.

Si en esta vida llegas a comprenderte mejor, ¿será mejor la próxima vida?
Sin duda alguna. Cuanto mejor comprendas la naturaleza de tu mente en esta vida, mejor será tu próxima vida. Incluso en esta misma vida, si hoy comprendes claramente tu propia naturaleza, el mes siguiente tus experiencias serán mejores.

Lama, ¿qué quiere decir nirvana?
Nirvana es una palabra sánscrita que significa libertad o liberación. Liberación interior. Quiere decir que tu corazón se ha liberado de la mente desenfrenada, indómita e insatisfecha, que tu corazón ya no está atado por el apego. Cuando comprendes la naturaleza absoluta de tu mente, te liberas de las ataduras y eres capaz de hallar gozo sin tener que depender de los objetos sensoriales. Nuestras mentes están atadas por el concepto del ego y, para aflojar tales ataduras, tenemos que deshacernos del ego. La idea de perder el ego puede parecer extraña. No es algo de lo que se hable en Occidente. De hecho en Occidente se enseña todo
lo contrario; se os enseña a fortificar el ego. Si no tienes un ego bien fuerte estás perdido, no eres humano, eres débil. Éste parece ser el punto de vista de la sociedad.

No obstante, desde el punto de vista de la psicología budista, el concepto del ego es nuestro mayor problema, el rey de los problemas: las emociones son como los ministros; el ego es el rey. Cuando vas más allá del ego desaparece el gabinete de los otros engaños, se desvanece la mente agitada y trabada y obtienes un estado mental que es por siempre gozoso. Dicho estado es lo que llamamos nirvana, libertad interior. La mente deja de estar condicionada, atada a algo, como se encuentra ahora. En la actualidad, debido a que nuestra mente depende de otros fenómenos, cuando esos otros fenómenos se mueven, la arrastran con ellos.
No tenemos control; nuestra mente es conducida como un animal del que se tira con una cuerda atada a su hocico. No somos libres; no tenemos independencia.
Sin embargo nos creemos libres, creemos que somos independientes, pero no es así; no somos interiormente libres: sufrimos cada vez que surge la mente desenfrenada.
Por lo tanto, la liberación significa estar libres de depender de otras condiciones y experimentar un gozo estable y duradero, en lugar de experimentar constantemente los altibajos de nuestras vidas ordinarias. Esto es nirvana. Evidentemente, aquí no he dado más que una breve explicación; podríamos hablar del tema durante horas, pero no es éste el momento. No obstante, si comprendes la naturaleza de la libertad interior, comprendes que los placeres sensoriales están lejos de producir felicidad verdadera, comprendes que no son lo más importante, comprendes que, como ser humano, dispones de la capacidad y de los métodos para alcanzar un estado permanente de júbilo duradero e incondicional, lo cual te proporciona una nueva perspectiva en tu vida.

¿Por qué cree usted que los métodos de la psicología budista ofrecen al individuo más posibilidades de éxito para alcanzar una felicidad perdurable, mientras que otros métodos tienen gran dificultad para lograr esa meta y, en algunos casos, nunca lo logran?
No estoy diciendo que, porque los métodos budistas den resultado, no necesitemos de otros. La gente es diferente y los problemas individuales requieren soluciones individuales. Un mismo método no funcionará para todo el mundo.
En Occidente, no se puede decir que el cristianismo ofrezca una solución a todos los problemas de los seres humanos ni que no necesitemos la psicología, el hinduismo o cualquier otra filosofía. Eso es erróneo. Necesitamos una variedad de métodos porque cada persona es diferente, con una personalidad diferente y con problemas emocionales diferentes. Pero la verdadera pregunta que tenemos que hacernos acerca de cada método es si puede realmente poner fin a los problemas humanos de un modo completo y definitivo. 

Hay quienes piensan que el budismo es un asunto más bien pequeño. De hecho, el Buda ofreció billones de soluciones para los innumerables problemas con los que se enfrenta la gente. Es casi como si se hubiera expuesto una solución personalizada para cada individuo. El budismo jamás ha dicho que exista una sola solución para cada problema, que “Éste es el único camino”. El Buda dio una increíble variedad de soluciones abarcando, así, todos y cada uno de los problemas humanos imaginables. Y un problema específico tampoco tiene por qué ser resuelto al instante. Algunos problemas deben solucionarse poco a poco, gradualmente. Los métodos budistas también tienen esto en cuenta. Por eso necesitamos muchos enfoques distintos.
A veces tenemos pacientes extremadamente perturbados que necesitan grandes dosis de diversas drogas o simplemente un montón de tiempo antes de poder incluso comunicar con ellos.

¿Cómo acercarse a alguien con el que ni siquiera es posible comunicarse intelectualmente?
Primero tratamos, poco a poco, de hacernos amigos de ellos con el fin de ganar su confianza. Después, cuando detectamos cierta mejoría, empezamos a comunicarnos con ellos. Evidentemente, esto no siempre funciona. El entorno es también importante –una casa tranquila en el campo; un lugar apacible, cuadros apropiados, colores terapéuticos, etc.–. Es una tarea difícil.
Algunos psicólogos occidentales creen que la agresividad es parte importante y necesaria de la naturaleza humana, que el enfado es una especie de fuerza que funciona, a pesar de que a veces traiga problemas. 

¿Cuál es su opinión acerca del enfado y la agresividad?
Yo le digo a la gente que no exprese su enfado, que no lo deje salir. En cambio les animo a todos a que traten de comprender por qué se enfadan, qué es lo que causa su enfado y cómo surge. Cuando se comprenden todas estas cosas, el enfado se asimila a sí mismo en lugar de manifestarse externamente. En Occidente hay quienes piensan que uno se libera del enfado expresándolo, que se acaba con él cuando se le permite salir. Pero cuando haces eso, lo que tengas que reprimirlo o tragártelo. Eso también es peligroso. Tienes que aprender a investigar la naturaleza más profunda del enfado, de la agresividad, de la ansiedad o de cualquier otro engaño que te perturbe. Cuando observes la naturaleza más profunda de la energía negativa, verás que es realmente muy insustancial, que es sólo mente. A medida que cambia tu expresión mental va desapareciendo la energía negativa, que es digerida por la sabiduría que comprende la naturaleza del odio, del enfado, de la agresividad, etc.

¿De dónde surgió el primer momento de enfado, el enfado que dejó una impresión tras otra en nuestra consciencia?
El enfado viene del apego a los placeres sensoriales. Compruébalo. Ésta es una psicología maravillosa, pero puede resultar difícil de comprender. Cuando alguien toca un objeto al que estás muy apegado, te enfadas. El apego es la fuente del enfado.

Bien, Lama, muchas gracias por venir a visitarnos. Ha sido muy interesante.
Muchas gracias. Estoy muy contento de haber podido comunicarme con todos vosotros.

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