Investigaciones Secretas OVNI en la Rusia Soviética


Oficial retirado de la KGB habla sobre las investigaciones secretas ovni en la Rusia soviética

En la Unión Soviética se tomaban los ovnis muy en serio. La KGB y el Ministerio de Defensa soviético contaban con unidades especiales para recabar información sobre fenómenos paranormales y luego analizarla. Expertos militares incluso aprendieron cómo “llamar” a los ovnis y establecer contacto con ellos. 

Tanto en la Unión Soviética como en la Rusia actual, el tema de los ovnis y de otros fenómenos paranormales fue y sigue siendo material clasificado. Ningún funcionario hará declaraciones en público al respecto. Por otra parte, hay expertos que ya no ostentan puestos de alto nivel y que por tanto tienen más margen de maniobra. En los últimos tiempos algunos antiguos militares soviéticos de alto rango han decidido levantar el velo de secretismo en torno al misterio de los ovnis. [Ver: Ex oficiales navales rusos de alto rango: los ovnis patrullan el triángulo de las bermudas] Durante muchos años, en la Unión Soviética, trataron la información relacionada con ovnis como un fenómeno acientífico o fantástico que no merecía la atención de la comunidad científica seria. 

Solo unos pocos entusiastas como Felix Ziegel se dieron cuenta de que dichos fenómenos requerían un estudio más profundo. En la década de 1960, Ziegel dio muchas conferencias sobre el tema, lo que motivó que varios voluntarios se unieran a la tarea de recopilar información sobre objetos voladores no identificados. El punto de inflexión en la postura oficial hacia los ovnis llegó en 1978, cuando cientos -sino miles- de personas vieron en el cielo de Petrozavodsk un extraño objeto muy brillante a lo largo de varias horas. Los servicios de emergencia municipales se vieron inundados de llamadas y cartas de ciudadanos asustados. Incluso los países vecinos pidieron a las autoridades soviéticas que explicaran qué tipo de maniobras militares estaban ejecutando. 

Con el tiempo, todas las personas involucradas en estos experimentos se acostumbraron tanto a estos fenómenos que se familiarizaron con ellos. Algunos incluso intentaron establecer contacto con los objetos. “Pasaba lo siguiente: en tierra alguien agitaba los brazos, dos veces a la derecha y dos veces a la izquierda. La bola en el cielo reaccionaba moviéndose dos veces a la derecha y dos veces a la izquierda. No sabíamos cómo explicarlo”, dijo Yeremenko. Finalmente el ejército, junto con los científicos que también participaron en el experimento, llegó a tres conclusiones. Primero, que podía tratarse de fenómenos naturales que la ciencia contemporánea todavía no sabía explicar. Segundo, que tal vez fueran aparatos de reconocimiento estadounidenses o japoneses. Y tercero, que se tratara de señales de una civilización extraterrestre.


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